


El psicodiagnóstico es un proceso que permite un acercamiento y una visión dinámica de los sujetos en las diferentes áreas de su vida.
Para llevar acabo una evaluación se realizan diferentes técnicas, como: entrevistas, observaciones, examen mental, aplicación de pruebas especializadas (psicométricas y proyectivas), así como la integración e informe de resultados.
Es importante resaltar que la interpretación de todos estos instrumentos se hace a la luz de la situación dinámica en la que se encuentra el sujeto.

A nivel clínico, una evaluación psicodiagnóstica permite recolectar información sobre el funcionamiento intrapsíquico, social y características de personalidad que podrían encaminar un tratamiento clínico.
Se puede solicitar debido a alteraciones emocionales, de personalidad y conducta, también se puede llevar a cabo como parte de una solicitud institucional u organizacional.
En el ámbito educativo, puede favorecer la aplicación de pedagogías y apoyos que respondan a las necesidades de cada persona, identificación de fortalezas y limitantes del aprendizaje.
La evaluación se complementa con cuestionarios a padres, madres, personas cuidadoras, y cuando el caso lo requiere, se hacen visitas a la institución educativa.
Algunos motivos para solicitarla son:
-Dificultades de aprendizaje.
-Identificación de aptitudes académicas y capacidades intelectuales.
-Orientación vocacional.

